Berlín día 1, 29 de abril de 2008

Me dispongo a relatar durante estos días mi viaje a Berlín, relatar mis impresiones y a colocar muchas fotos mías, en las que salgo muy bonito.

El viaje lo iniciamos en día 28 de Abril, vamos Blas, Nacho y yo, a demás del ser humano que me porta y cuida, encargada en este caso de conducir el coche hasta la T4, la verdad que yo llevaba ansioso esperando este viaje casi un año, un año dando el coñazo y al fin me lleva, pero, es el único pero que tengo, es que me levantan a las 4:30 horas de la mañana para montarme en el coche caminito al aeropuerto. A Madrid llegamos, fijaros que horas eran que no había ni coche, raro cerca de Madrid, dejan el coche en el parking y me tienen esperando en el aeropuerto hasta que sale el avión, me dice Blas que de que protesto si me quede dormido.

La verdad es que me desperté para el despegue y me gusto, me pillé asiento de ventanilla y allí me pegue durante todo el viaje, viendo nubes y mas nubes, hasta que por fin aterrizamos en Tegel, antes de seguir he de decir que tuve mucho éxito entre las azafatas, que no paraban de mirarme durante el viaje.

Así que al fin me habían llegado a Berlín, al menos era lo que ponía en el cartel del aeropuerto, por que allí de la puerta de Brandeburgo no había ni rastro, tras llamarme Blas impaciente, me llevaron en un taxi hasta el hotel, y por fin, durante el recorrido pude ver la puerta y constatar así que estaba en Berlín.

Tras llegar al hotel, y adecentarme un poco, me bajaron a comer al buffet del hotel, allí pude catar parte de la gastronomía de la zona hasta reventar, que es la única manera de amortizar un buffet.

Deseoso ya de caminar por Berlín, me llevaron de paseo, recorriendo la línea del muro, hasta aparecer delante de la puerta, es grande, es muy muy grande, me gusto mucho. Abajo os pongo una foto que me hice en ella, seguimos recorriendo Berlín, pero yo venía a estas ciudad con un objetivo: ver a Nefertiti, y hasta no conseguirlo no iba a parar, así que empecé a insistir, me decían que mañana, pero yo son insistente, así que para que me callara me compraron un bretzel, o como se escriba y me lo metieron a la boca, así que estuve callado hasta que se me acabo, lo mas que conseguí es que me llevaran a la plaza donde esta el museo que guarda a Nefertiti, me prometieron que la vería al día siguiente,…….. continuará