La verdad es que el día nos dio mucho de si, así que luego mi portadora tiene ampollas en los pies, anda medio coja y encima no sabe pedir en una farmacia algo para las amollas ni en inglés ni en alemán, pero esto no la impidió después de acabar nuestra vuelta por la isla de los museos reñir con la señora alemana que nos sirvió la comida.
La señora en cuestión cuando nos trajo la cuenta, la señora solo hablaba alemán, pues ella nos pedía la propina, nosotros nos hicimos los tontos, pero la cosa es que la tía nos decía que la diésemos el IVA de propina, así que nos largamos hablando en español y haciendo que no entendíamos.
Por la tarde nos fuimos de paseo, a ver tiendas, en
A se me olvidaba ese día por la mañana también nos pasamos por
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