sábado, 31 de enero de 2009

Lo que el cerdo esconde VI

La limusina paró frente al Kadewe, Fred nos indicó que debíamos subir a la última planta, cada uno por una zona diferente de los grandes almacenes.
Así lo hicimos, allí Fred y yo deambularíamos entre la gente, montando el mayor barullo posible para centrar la atención mientras tanto Astrid daría el golpe maestro, bajaría corriendo y nos esperaría en la limusina.
Mientras Fred y yo deambulábamos por el centro cual guiris ruidosos, yo miraba las cervezas, y sin querer tiré una, Fred comprometía a algunas dependientas, mientras Astrid iba en busca del objetivo, así que se dirigió a la sección de cárnicos y se abalanzo sobre el objeto de deseo.
Se abrazo a el salió corriendo y gritó la contraseña acordada FISTROS, así que Fred y yo nos dirigimos a la limusina lo mas rápido posible, tirando los estantes y percheros que encontrábamos por el camino, para evitar ser capturados.

Los tres nos reencontramos en la limusina, que se puso en marcha inmediatamente en busca de nuestro avión, durante el camino cada uno de nosotros saco su parte del puzzle, yo saqué mi funda de terciopelo, la abrí, Fred sacó su funda y la abrió, Astrid puso sobre el asiento la pieza que había cogido en los grandes almacenes.

viernes, 30 de enero de 2009

Lo que el cerdo esconde V

Fred me indicó que dicho objeto era parte imprescindible de la misión, que era la pareja de el objeto que el portaba, que por ello no debíamos coincidir nosotros dos mucho tiempo, para evitar sospechas y para evitar, que en el supuesto de ser capturados por nuestros enemigos, estos pudieran hacerse con las dos partes del puzzle.
Me pidió que le enseñara el objeto discretamente, y le dio el visto bueno, nos emplazó a mí y a Astrid a esperarle mañana a las diez en punto a.m. en la estación del Zoologischer Garten, sincronizamos nuestros relojes y después se despidió de nosotros.
Astrid y yo nos quedamos un rato charlando, tras el cual decidimos hacer una excursión turística por la ciudad.

Al día siguiente, me levanté temprano, me di una ducha, hice mi maleta, puesto que Fred nos advirtió que una vez llevada acabo la misión deberíamos abandonar rápidamente la ciudad y que Red nos estaría esperando en un aeródromo cercano para llevarnos de vuelta a casa.
Con mi objeto en su funda de terciopelo y oculto de nuevo en mi abrigo, cogí mi maleta, y me dirigí a la estación de metro mas cercana a mi hotel, no sin antes pasar por una panadería y comprar unos brezels para el camino.
A la hora acordada me encontraba en el lugar acordado, y como siempre estaba allí Astrid, me saludo, me preguntó que si todo estaba en orden, le dije que sí y le ofrecí el último brezel que me quedaba, que para mi disgusto acepto.
Mientras Astrid papeaba apareció allí una gran limusina Hammer, el jefe siempre fue discreto, de la que Fred bajo, nos indicó que nos montásemos, y nos explicó detalladamente en que consistía el plan.

jueves, 29 de enero de 2009

Lo que el cerdo esconde IV

Me dejaron realizar una llamada, así que decidí ponerme en contacto con el único espía de la organización que estaba en España, Red, me contestó al teléfono y la rogué, que por favor viniese a rescatarme, que me tenían allí mal comiendo, que si me podía traer unos torreznos o algo.

Allí acudió al cabo de tres horas, que ya está bien, por mas que diga que tiene que desplazarse y tal, me sacó del calabozo y me dio media docena de tarteras para saciar mi hambre, después la conté los detalles de por que me encontraba en esa situación.

Así que amablemente se ofreció a llevarme en el jet privado de la organización que ella misma pilota, así conseguí llevar conmigo todo el camino este preciado objeto.


Tras dormir mas de doce horas y desayunar algo, cogí el objeto en cuestión y me dirigí a mi cita con Astrid en el café cinema, como era un poco pronto decidí darme una vuelta por la ciudad, para evitar levantar sospechas me vestí de incógnito y escondí la funda con el objeto dentro de mi abrigo, puesto que pensé que sería un poco desagradable hacer el tragasables en la cafetería, a parte de poco discreto.


A la hora acordada llegué al café cinema y allí vi a Astrid tomándose un café, me uní a él y me dijo que teníamos que esperar la llegada de Fred, que vendría a darnos instrucciones, mientras tanto Astrid y yo conversamos sobre aventuras pasadas.


Tras media hora larga de conversación, se abrió la puerta del bar y apareció él, allí estaba, como siempre, con sus gafas de pasta, sus zapatillas converse, su corbata de cuadros, y cámara de fotos en ristre. Nos saludó y se unió a nosotros, tras pedirse un café, me preguntó si había traído el objeto que se me había requerido, asentí con la cabeza.

miércoles, 28 de enero de 2009

Lo que el cerdo esconde III

No tenía gran cosa que hacer hasta la cita concertada con Astrid al día siguiente, por lo cual decidí retomar mi visita al museo y dedicarme a pasear por la calles de la ciudad durante el resto del día.
Tras cenar me dirigí de vuelta a mi hotel, allí tras darme una ducha, abrí la caja fuerte para asegurarme que lo que Astrid me había pedido siguiese allí, saqué una funda negra de terciopelo, y la abrí, si allí estaba ese valioso objeto, que tan complicado me resulto lograr llevar a Berlín, la historia es la siguiente:

Astrid me llamó, hace aproximadamente un mes a mi casa, me dijo que estaba en Berlín, llevando a cabo una compleja misión, que se iba desarrollando sobre lo previsto, pero que les había surgido un inconveniente, Fred (también es un nombre clave), el jefe del cotarro, creyó tener todos los cabos atados para la resolución del caso, pero le surgió un inconveniente, por lo cual era necesario que yo renunciase a mi mes de vacaciones para ayudarlos, debía de comprar este objeto en cuestión, que eso no me iba a suponer a mi ninguna dificultad en España, pero que encontrarlo en Berlín era una labor ardua. Me indicó, que no debía facturar la mercancía, puesto que era vital que no se perdiera, por lo tanto debía embarcar en el avión con ella, y que esto me podría suponer algunos problemas.
Y me los supuso, empecé a pitar en los arcos del aeropuerto, me negué a que me registraran, para evitar que interceptaran mi mercancía, acudió la policía, me tuvieron varios días en el calabozo, pero me negué a mostrar mi mercancía, no encontraban que era lo que pitaba en los arcos, intentaron sonsacarme, intentaron pasarme por un escáner, pero yo me negué. Llevaba muy bien oculta la mercancía en mi interior, siempre me ha resultado muy útil el curso de tragasables online que hice algún tiempo atrás.

martes, 27 de enero de 2009

Lo que el cerdo esconde II

Tras recibir la llamada salí del museo y me dirigí dando un paseo tranquilamente hacia el lugar acordado a la hora acordada.

Al llegar a la puerta de Brandeburgo, distinguí una alargada silueta envuelta en una gabardina, que se dirigía hacia mi, me asusté un poco, pero luego pude distinguir su característica ceja, sin duda era Astrid, nos saludamos, no era la primera vez, ni sería la última que compartíamos misión.

Astrid me conocía bien, y supuso que a estas horas la gusa estaría invadiendo mi estómago, así que nos compramos unas currywurst en un puesto callejero, mientras paseábamos por Unter den Linden, Astrid me explico algunos detalles de la misión.

- ¿Has traído lo que te pedí?

- Sí, contesté

- ¿Dónde lo tienes?

- En la caja fuerte del hotel

- De acuerdo, mantenlo seguro, es crucial para la misión.

- Eso haré, ¿pero de en que consiste exactamente la misión?

- Mira Lori, no puedo darte grandes detalles, estamos llevando todo con gran discreción, pero como siempre es una misión de vital importancia, ya lo sabes, tu únicamente preocúpate de seguir mis indicaciones.

- De acuerdo, pero…

- Tengo que irme, no debemos permanecer mucho tiempo juntos, se discreto, procura no levantar sospechas. Mañana te espero a las 14 horas en el café cinema.

- Allí estaré.



lunes, 26 de enero de 2009

HISTORIAS DE DETECTIVES

Inicio aquí una serie de relatos, en los que me dispongo a contar distintas misiones secretas llevadas a cabo para mi país, todas ellas de gran suma importancia para el devenir de la humanidad.

LO QUE EL CERDO ESCONDE

Era un frío día de Abril, yo esperaba ataviado con mi traje de incógnito, mientras leía el Berliner Zeitung sentado en las escaleras del Altes Museum, donde debía esperar la llamada de mi enlace y compañero de aventuras, quien me daría a conocer los motivos por os que me hallaba en la ciudad de Berlín.
Empezaba a llegar ya turistas, y mi enlace aún no había tenido a bien realizar la llamada convenida, y es que Astrid, su nombre clave, siempre ha tenido menos detalles que un seiscientos, me tenía esperando en la calle aguatando el frío, oculto tras un periódico intentado pasar desapercibido entre la multitud.
Dado que el frío era mucho y que ya habían abierto las puertas del museo decidí, entrar al museo, camuflándome entre los turistas, para lo cual me colgué la cámara de fotos al cuello, saque mi entrada y me dispuse a visitar el museo tranquilamente.
Cuando me encontraba observando el busto de Nefertiti, note una vibración en mi bolsillo, era mi móvil, llamando Astrid, indicaba la pantalla, me retiré a un lugar tranquilo y contesté:
- Diga
- ¿Lori? (este es mi nombre clave)
- Te espero en una hora bajo la Puerta de Brandeburgo
- Allí estaré

Continuará...

lunes, 19 de enero de 2009

Superpoderes II

Ya hace tiempo, así como por los inicios de este blog, comenté que me gustaría tener superpoderes, en ese caso hablé del dedo cambia cabezas o algo así, creo recordar que era para cambiar las cabezas de unas adolescentes chillonas a otras con el fin de crearlas confusión, so se que fon tenía, no lo recuerdo, si que dejasen de chillar o que chillaran por algo, bueno el caso es que necesito mas superpoderes.
Si bien el dedo índice de la mano derecha podría tener el poder de cambiar cabezas, el dedo índice de la mano izquierda tendría el poder de sellar bocas.
Antes de seguir quiero hacer una aclaración, de estos superpoderes solo dispondría yo, que para eso es la idea mia, no vaya a ser que un día aparezca con la boca pegada y la cabeza de Blas, que no te puedes fiar de nadie, que el mundo está lleno de psicópatas.
A lo que iba, lo de sellar bocas, no es ningún atentado contra la libertad de expresión ni nada de eso, que quede claro, a mi cada uno que diga lo que quiera y que se atenga a sus consecuencias, si bien es cierto que algunos callados iban a estar mas guapos y se iban a evitar muchos problemas, mis intenciones no van por ahí.
Hay dos cosas en este mundo que me irritan sobremanera, que con este superpoder se solucionarían.
La primera, son aquellos tipos que comen pipas por la calle, y escupen los cascos alegremente, sin saber a donde, y que en ocasiones van a impactar sobre mi persona, y claro a ellos igual s saliva no les da asco, pero a mi si, entones usaría mi dedo fulimnador y les sellaría la boca, hasta que aprendieran a guardarse los cascos en un bolsito y a tirarlos a una papelera, que las ponen en las calles para estas cosas.
La segunda cosa, es para evitar enterarme de cosas que no me interesan, que no quiero saber, que ni me van ni me vienen, y de las que me tengo que enterar, de las que me entero por que me monto en un autobús y va una tía allí contándola a una amiga que ha tenido un cristo con el novio, que el susodicho la mando un mensaje poniendola a caldo y que la Mari ya la había dicho que con ese chorbo no iba a hacer carrera. ¿Y a mi que coño me importa todo esto?, ¿qué me aporta a mi enterarme de eso?, pues eso que cojo mi dedo y la sello la boca, que eso se habla en casa tomando un café, no en un autobús petado de gente.
Voy a ir ensayando a ver que tal funciona mi dedo.

lunes, 12 de enero de 2009

¿Qué es un paleto?

Voy a escribir hoy un post que llevaba mucho tiempo pensando, y que esta semana pasada volvió a mi mente, lo que pasa que estaba yo vago, y no era capaz de reunir ánimos para ponerme a escribir, pero como tarde o temprano el aburrimiento se apodera de mi, aquí estoy dándole al teclado.
Pues eso que he estado reflexionando sobre la pregunta: ¿qué es un paleto?, aunque a mi la primera respuesta que me viene a la cabeza, es que un paleto es una fuente de ingresos, si sigo pensando no lo tengo nada claro.
La duda mas grande me vino cuando el otro día nevó en casi toda España, y yo puse un ratito las noticias a mediodía, y cual fue mi sorpresa al ver que debía haber habido una desconexión regional y solo encontraba noticias de Madrid, que estaban aislados, hay que joderse, ¿cuántos habitantes tiene Madrid?, ¿3 o 4 millones?, ¿es posible estar aislado con tanta gente?, a mi mas bien me parece que están amontonados. Lo mas grande fue ver a una reportera hablando por teléfono, diciendo que había conseguido llegar a la puerta del Sol en metro, alucinante, o milagro, fíjate, que yo cuando voy a Madrid habitualmente voy allí en metro.
Lo mas gordo es cuando dicen que hay 20cm de nieve, ¿con que metro?, que en los ventisqueros no vale medir, que se amontona mas nieve, yo pienso que le mandaron medir al intelectual del chiste este de ¿por qué las mujeres no saben aparcar?.
Indago en internet a ver si veo otra cosa que no sea Madrid, y lo que encuentro son unos útiles consejos de conducción, en los que indica que el hielo resbala, menos mal que alguien nos ayudaba a ver la luz.
No me extraña, con todo esto, que los de los pueblos tengan como pasatiempo, echarse unas risas a costa de los urbanitas, por que esta gente de la capital, no se entera de nada, que viven todos amontonados y por eso se atascan, que aquí que somos 30 en invierno se va estupendamente por la mierda de carretera, que ya no tiene ni asfalto, que nadie nos arregla, y nos la limpiamos nosotros con la pala que nos financió la diputación, que se acopla al tractor, por que sino para cuando llega la quitanieves es mayo, que además deéate de todoterrenos de esos de señorito, que lo que no se queda es el tractor, que lo bien que nos lo pasamos sacando a los pardillos que han pingado en la cuneta por que les patina el hielo, que como tienen 4x4 se piensan que ya no patinan.
Que se escurren por las calles, joder, para que harán chirucas o las almadreñas que tengo yo hay en la cochera. Joder que la gente de la capital no se entera de nada.
Que nada de fardar con el deportivo, que lo que farda es ir es pasearse por autovía en pleno veranito con la cosechadora, con su cristal panorámico y el aire acondicionado a todo trapo.
Que a ver aquí quien es mas paleto,  si el que saca a las ovejas de paseo, y se sienta a verlas pacer y pasar las nubes, o el que se tira el día entero en un atasco.
¿Quién es mas paleto, el que mira al cielo o el que se mira el ombligo?, ¿el que sabe vivir en su entorno o el que es superado por el?, es mas el día que no haya supermercados, ellos y yo, sabemos lo que se puede comer y lo que no de las matas, ese día tendremos el poder.
Que a ver si aprendemos ya a hacer las Cabañuelas y nos dejamos de meteosat.