Los superpoderes

Iba yo el otro día por la calle, la verdad es que parecía San Idiota, santo que se celebra los 365 días del año. Entre los idiotas que me rodeaban, me fastidiaban especialmente tres adolescentes gritonas, que no decían mas que estupideces y que encima iban tapando la calle, lo cual me indujo a la reflexión, molaría tener superpoderes.
Así que segui pensando mientras las adolescentes coñazo me ponían la cabeza como un bombo y di con el superpoder perfecto, EL DEDO DE CAMBIAR CABEZAS, sería genial que con el dedo indice pudiera cambiar las cabezas de una adolescente a otra cual trilero, el caos que las causaría sería genial.
Seguí pensando, y pense lo bien que me lo podría pasar cambiando cabezas de unas personas a otras, por ejemplo entrar en un pleno municipal y con mi super dedo, no dejar a un concejal con su propia cabeza, es mas incluso a alguno podría ponerle la cabeza de la estatua de Carlos III que hay en la plaza, que follón montaria, todos mirando y diciendo que pasa.
También se me ocurrió que podría cambiar la cabeza de cualquiera por una bola de las que rematan las barandillas del río, entonces pensé ¿todo el mundo notaría la diferencia?, es decir hay gente a la que yo creo que le haría mas servicio una bola de estas que su propia cabeza, además no necesitarían pasar por el trauma de tener que ir a comprar champú.
De hecho yo creo que haría hasta un favor a alguno, se podría sacar algún dinero extra como atracción de feria, que si bien es cierto que ya no llevan a la mujer barbuda por los pueblos, en la tele siempre están dispuestos a sacar a frikis.
En fin me voy a poner a diseñar mi super dedo.