Me dejaron realizar una llamada, así que decidí ponerme en contacto con el único espía de la organización que estaba en España, Red, me contestó al teléfono y la rogué, que por favor viniese a rescatarme, que me tenían allí mal comiendo, que si me podía traer unos torreznos o algo.
Allí acudió al cabo de tres horas, que ya está bien, por mas que diga que tiene que desplazarse y tal, me sacó del calabozo y me dio media docena de tarteras para saciar mi hambre, después la conté los detalles de por que me encontraba en esa situación.
Así que amablemente se ofreció a llevarme en el jet privado de la organización que ella misma pilota, así conseguí llevar conmigo todo el camino este preciado objeto.
Tras dormir mas de doce horas y desayunar algo, cogí el objeto en cuestión y me dirigí a mi cita con Astrid en el café cinema, como era un poco pronto decidí darme una vuelta por la ciudad, para evitar levantar sospechas me vestí de incógnito y escondí la funda con el objeto dentro de mi abrigo, puesto que pensé que sería un poco desagradable hacer el tragasables en la cafetería, a parte de poco discreto.
A la hora acordada llegué al café cinema y allí vi a Astrid tomándose un café, me uní a él y me dijo que teníamos que esperar la llegada de Fred, que vendría a darnos instrucciones, mientras tanto Astrid y yo conversamos sobre aventuras pasadas.
Tras media hora larga de conversación, se abrió la puerta del bar y apareció él, allí estaba, como siempre, con sus gafas de pasta, sus zapatillas converse, su corbata de cuadros, y cámara de fotos en ristre. Nos saludó y se unió a nosotros, tras pedirse un café, me preguntó si había traído el objeto que se me había requerido, asentí con la cabeza.
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