lunes, 26 de enero de 2009

HISTORIAS DE DETECTIVES

Inicio aquí una serie de relatos, en los que me dispongo a contar distintas misiones secretas llevadas a cabo para mi país, todas ellas de gran suma importancia para el devenir de la humanidad.

LO QUE EL CERDO ESCONDE

Era un frío día de Abril, yo esperaba ataviado con mi traje de incógnito, mientras leía el Berliner Zeitung sentado en las escaleras del Altes Museum, donde debía esperar la llamada de mi enlace y compañero de aventuras, quien me daría a conocer los motivos por os que me hallaba en la ciudad de Berlín.
Empezaba a llegar ya turistas, y mi enlace aún no había tenido a bien realizar la llamada convenida, y es que Astrid, su nombre clave, siempre ha tenido menos detalles que un seiscientos, me tenía esperando en la calle aguatando el frío, oculto tras un periódico intentado pasar desapercibido entre la multitud.
Dado que el frío era mucho y que ya habían abierto las puertas del museo decidí, entrar al museo, camuflándome entre los turistas, para lo cual me colgué la cámara de fotos al cuello, saque mi entrada y me dispuse a visitar el museo tranquilamente.
Cuando me encontraba observando el busto de Nefertiti, note una vibración en mi bolsillo, era mi móvil, llamando Astrid, indicaba la pantalla, me retiré a un lugar tranquilo y contesté:
- Diga
- ¿Lori? (este es mi nombre clave)
- Te espero en una hora bajo la Puerta de Brandeburgo
- Allí estaré

Continuará...

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