Querido G.W. Bush

Me he decidido a escribirle una carta, aunque dudo que sea usted merecedor de tal honor, ya que aspiro a ser su sucesor en el cargo y con motivo de que se cumplen cinco años de su genial idea de invadir Irak, y tras oír ayer su discurso a la nación, me dispongo aquí a hacer uso de mi derecho de replica, a usted y a sus amigos de de vacaciones de las Azores.
Vaya por delante que mi lema en esta vida es “yo elijo a donde me dirijo y lo demás me importa un pijo”, y creo que esto es aplicable a mí y a todo el mundo incluido el pueblo iraquí, se ve que para usted y sus colegas no.
Permítame discrepar con usted, que dice que el coste de la guerra era necesario, a mi me parece que mas de un millón de muertos, a demás de muchos pues no son necesarios, es mas únicamente aparecen en los medios noticias del número de muertos en Irak, cuando fallecen en un atentado mas de 150 personas. Evidentemente para este millón de personas y para los habitantes que cada día viven aterrorizados el coste de su idea si ha sido caro, mucho mayor que para las arcas de su país. Aunque me imagino que los iraquís ahora serán muy felices pudiendo ir a votar con la gran emoción de no saber en que esquina van a salir volando por los aires, evidentemente no tienen que caber en si de agradecimiento hacia usted.
Coma ya le queda poco tiempo de gobierno y como ya le digo yo estaré encantado de ocupar su puesto, menudo marrón me deja, por que creo yo que ahora la retirada no es la solución después de haber dejado a un pueblo infinitamente peor de lo que estaba, dudo que en los meses que quedan usted arregle algo, como también dudo que vaya a intervenir contra la también dictadura de China y la represión que ejerce, en especial estos días sobre el Tibet y otras regiones, supongo que en agosto cuando comiencen las olimpiadas se dará usted un paseo por allí a ver como ganan medallas su atletas y dominan el mundo.
Atentamente yo.