lunes, 2 de marzo de 2009

Entrevista a Astrid (realizada un día sin concretar en algún punto del planeta Tierra)

Creo que quedaron algunas cosas en el aire tras mi relato del caso “Lo que el cerdo esconde”, cosas que yo como vosotros desconocía, decidí hablar con Astrid, para intentar enterarme y aclararlas. Así que concerté una cita con el en un lugar ultrasecreto y ultraseguro que no me está permitido revelar.
Como siempre Astrid me estaba esperando, nos saludamos cortésmente y Astrid sirvió unos cafés y pastas, que ricas, e iniciamos la conversación.
Mientras observaba las galletitas de chocolate en la bandeja, inicié la entrevista:
Lori: Antes de nada quería agradecerte, Astrid, que me ofrezcas a mi en rigurosa exclusiva está entrevista, de manera gratuita, por la que seguro has tenido grandes ofertas de otros medios, nunca sabré como…
Astrid: Al grano, Lori, que es lo que quieres saber.
L: pues muchas cosas, no sé, dónde has comprado las galletas, cómo se separa el alma del cuerpo en el momento de la muerte, a qué huelen las nubes…
A: ¡Lori, céntrate!
L: Vale, vale, es que yo llegue a media misión y como siempre me contáis pocas cosas, pues no sé, tengo mogollón de dudas…
A: Como para darte a ti muchos detalles, tu por una pizza lo cuentas todo
L: ¡ehhhh!, no me difames, que tu eres un mandón sabelotodo
A. Oye, como no dejes de insultarme me largo, ¡eh!, me largo.
L: Vale, vale, jo no te pongas así, me gustaría saber ¿cómo se inició la misión?
A: Recibí una llamada de Fred, que me indico que debía dirigirme inmediatamente a Berlín, la seguridad mundial está en juego.
Me pidió que me dirigiera al aeródromo, X, le llamaré así, ya sabes que no podemos revelar ni el nombre ni la ubicación de nuestras infraestructuras, y allí me estaba esperando Red, e inmediatamente partimos hacia Berlín.
Una vez aterrizamos en la capital Alemana…
L: ¿No tendrás más galletas?
A: Ahhhh (este es un típico ruidito de Astrid?, toma anda…
L. Gracias Astrid, continúa.
A: Una vez en Berlín recibí una nueva llamada de Fred, me índico un lugar y una persona de contacto con quién debía reunirme. Así que allí acudí, y tras facilitar la contraseña recibí un sobre, con el cual regresé a la habitación de mi hotel, donde tras revisar que no estaba pinchado el teléfono, que no existían ni micros ni cámaras ocultas…
L: Astrid, no tendrás mas leche
A: Ahhhh, toma anda, así no hay quién de intensidad a la historia.
L: Vale, vale, sigue.
A: Abrí el sobre, allí encontré un dossier, que leí detenidamente a lo largo de…
L: ¿y qué ponía?, ¿qué ponía?
A: No me interrumpas y así te enterarás, estudié el dossier durante toda la noche, necesitaba encontrar.
L: ¿EL Joselito clave?
A: Sí, el Joselito clave como tú lo llamas. Así que durante mas de mes y medio recorrí distintos centros comerciales de la ciudad indagando en cuales de ellos podía encontrar jamón ibérico, así dí con el Joselito secreto.
L: ¿Pero, qué le distinguía del resto?
A: Vaya por fin una interrupción oportuna, pues verás, el jamón en cuestión llevaba un microchip en su interior con valiosa información, para detectar este microchip yo iba equipado con unas gafas de rayos X, así es como descubrí el Joselito clave.
L: ¿Por qué me llamasteis a mi, a joderme las vacaciones, si aparentemente todo estaba bajo control?; por cierto, ya no quedan galletas.
A: Toma anda, te llamamos por que a Fred se le había olvidado la chira, y en Berlín no encontrábamos.
L: Vaya, así que fui de vital importancia para la operación.
A: Ahhh, si Lori, si.
L: Oye y que información contenía el microchip?
A: Eso no estoy autorizado a revelarlo, pero ten por seguro que ahora el mundo descansa en paz.
L: ¿Y…
A: tengo que irme, antes de salir coge esa bolsa de ahí, te hará falta para la próxima misión. Allí nos veremos.
L: Pero….
A: Hasta pronto…
Y así acabó la entrevista, cogí la bolsa, dentro había un traje de fallera y una nota de Fred, “ Te esperamos el día 1 de Marzo a las 11 horas en la plaza del ayuntamiento de Valencia, Red se pondrá en contacto contigo para llevarte”.
Así que aquí estoy en un hotel de Valencia, vestido de Fallera, en una nueva misión que pronto os contaré.



Postdata: en cuanto tenga un rato os presento a mi primo Ernest.

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