Hay un extraño fenómeno que vengo observando desde mi más tierna infancia, desde aquellos días de colegio, en que las monjitas decidían hacernos subir al escenario a bailar los pajaritos, para regocijo de nuestros padres y, con los años, vergüenza nuestra.
Este fenómeno, que vengo observando, es el siguiente: el clero tiene serios problema, con los altavoces, micrófonos, equipos de música y demás seres extraños inventados por el maligno.
No es de extrañar que si anda una monja pululando cerca, los ajustes de sonido, que han llevado algún tiempo hacer a cualquier seglar de a pie, se vengan abajo en un instante y se acople instantáneamente.
Yo había olvidado hace ya tiempo esta circunstancia, en concreto desde que deje el colegio y fui al instituto donde ya no había monjas, pero el otro día mientras paseaba, caminaba yo por la plaza mayor, donde había gente bailando hip-hop, creo que era, y estaba sonando la música estupendamente, dos monjas se aproximaron hacia los altavoces, y justo en el momento que pasaron junto a ellos estos se acoplaron, y yo a pesar de los años que han pasado, sigo preguntándome, ¿a que se debe?.
sábado, 2 de agosto de 2008
Interacciones entre el clero y las megafonías
Publicado por Epi en 16:32
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Los escapularios y las medallitas hacen un efecto radio-galena. Los cacharritos interactúan y hay acoples. Todo es electromagnéticamente científico.
Vaya, muchas gracias por la aclaración, desconocia yo este principio de la física metafísisca.
Publicar un comentario