sábado, 1 de agosto de 2009

ÚLTIMA HORA

Estaba dormido en el sofá, echando una cabezadilla, cuando me ha despertado el teléfono, es una de las cosas que más me molestan en el mundo, que me despierten, me irrita sobremanera y me pone de my mal humor, lo único que es capaza de calmarme es meterme entre pecho y espalda una tableta de chocolate, así que entre que me espabilé y me zampé la tableta el teléfono dejó se sonar, me es indiferente si quieran algo ya volverán a llamar.
Esta rico el chocolate, así como aún no me sentía del todo sosegado, decidí que me comía otra, y mientras la desenvolvía, sonó de nuevo el teléfono. Una de mis máximas en esta vida es que mientras como chocolate no hay nada más, así que ya le pueden ir dando al que llame, que rico el chocolate, parece que ha dejado de sonar el teléfono y me puedo concentrar en el rico sabor del chocolate, joder otra vez suena, pues aún me queda tableta, que me he cogido una de cinco kilos, que bien parece que calla.
No se cuanto tiempo pasó, que rica estaba esta tableta de 5 kg de chocolate negro, un 90% de Cacao, me encanta el sabor amargo este que deja de regusto, esta rica, como se funde en mi boca el chocolate, que gustazo, joder ahora suena el timbre pues al que llame le van a ir dando, que rica, no puedo hacer mas que relamerme y volver a hincar el diente en el delicioso chocolate, me invade de nuevo el sabor amargo y dejo de oír el timbre, me he trasladado a una dimensión superior, a la dimensión del chocolate y no oigo, no veo, no huelo, suelo siento el cacao en mi boca, el placer del cacao, estoy en trance, Santa Teresa o tienen nada que hacer al lado de esto, esto si que es un éxtasis.
Un fuerte ruido me saca de mis ensoñaciones, y empiezo a chillar, alguien a derribado mi puerta con el ariete, AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH, rápidamente tiro la tableta, muy a mi pesa y me armo con el cuchillo jamonero, Berlín que recuerdos, veo una sombrar entrar en mi cocina, empuño el cuchillo, cual guerreo banzai, me dispongo a saltar sobre el intruso, cuando veo esa peculiar ceja, la ceja de Astrid, la madre que le parió,
-¿Por qué entras así en mi casa?, le pregunto, casi me matas del susto desaprensivo.
- Llevo cerca de una hora llamándote al teléfono sin parar, he venido a tu casa y no me abrías la puerta, por cierto, te he quedado el timbre, pensé que te había ocurrido algo y he optado por usar mi llave que todo lo abre.
- Ni comer chocolate tranquilo que puede uno, ¿qué es lo que pasa?
- Coge tus cosa, tenemos una nueva misión, partimos de inmediato para Oporto, red nos espera abajo en el coche, en esta ocasión es ella quien está al mando de la operación, que no nos pase nada, puesto que Fred está de vacaciones en una paradisíaca isla desierta, es lo que tiene el verano, vamos Lori.
- ¿En que consiste la operación?
- Serás informado, como siempre en su debido momento, vamos tenemos prisa, en el coche te contaré algunos detalles.